Samsung vs. LG: ¿qué marca es mejor al elegir un televisor?

qué marca es mejor al elegir un televisor

Cuando estamos pensando en comprar un televisor nuevo, inevitablemente surge la comparación entre dos marcas que dominan el mercado: Samsung y LG. Cada una ha desarrollado tecnologías distintas para sus pantallas, con características que pueden favorecer un tipo de uso u otro.

Es hora de repasar de modo claro y práctico las principales diferencias entre ambas, qué factores conviene tener en cuenta según tus hábitos de uso, ya sea cine, series, deportes, videojuegos o ambientes muy iluminados, y bajo qué circunstancias conviene elegir una sobre la otra.

Contraste y calidad de imagen: negros profundos vs brillo elevado

Una de las diferencias más marcadas entre los televisores de LG y los de Samsung radica en la forma en que cada fabricante maneja la iluminación del panel. Los televisores LG utilizan tecnología basada en píxeles autoiluminados; cada píxel se enciende o apaga individualmente, lo que permite lograr negros verdaderos y un contraste muy alto.

Por su parte, Samsung apuesta por tecnologías como QLED o sus variantes más modernas con retroiluminación avanzada (Mini-LED, Neo QLED, y en algunos casos QD-OLED) que permiten alcanzar niveles de brillo muy altos, superando considerablemente a los típicos de OLED.

Colores, volumen y fidelidad: lo natural frente a lo vibrante

Más allá del contraste y la luz, hay otro aspecto clave: la reproducción del color. Los televisores de Samsung, gracias a sus paneles QLED o QD-OLED (en modelos más recientes), ofrecen un “volumen de color” muy amplio y saturado, lo que hace que los tonos se vean intensos y brillantes, algo que suele encantar para deportes, documentales, naturaleza o películas con efectos visuales destacados.

En cambio, los paneles de LG tienden a representar los colores con mayor naturalidad y equilibrio. Esto implica que las tonalidades en rostros, paisajes o escenas cotidianas se vean más realistas, menos artificiales, algo valorado por quienes buscan fidelidad cromática, tonos de piel creíbles y degradados suaves.

Ángulos de visión, espacios y disposición de la sala

Un punto importante si varias personas miran la TV desde distintos ángulos es el comportamiento del panel ante posiciones laterales. Aquí la tecnología de LG tiene una ventaja clara: los televisores con paneles autoiluminados mantienen colores, contraste y detalle incluso desde ángulos de visión amplios. Eso los hace ideales para salas amplias, reuniones familiares o cuando el televisor resulta visible desde distintos sitios del ambiente.

Por el contrario, aunque los paneles de Samsung han mejorado en este aspecto (con recubrimientos antirreflejo y avances de diseño), su tecnología basada en retroiluminación continúa mostrando cierta pérdida de contraste o despliegue de color al observarse desde los costados.

elegir un televisor

Uso prolongado, videojuegos y riesgo de “quemado”: lo práctico en el día a día

Más allá de la imagen, otro factor que muchas veces pasa por alto: la resistencia al uso intensivo. Los televisores con panel QLED o LED (como muchos de Samsung) no sufren el fenómeno conocido como “burn-in” o retención de imagen: esto los hace más recomendables para quienes dejan la TV encendida muchas horas, usan interfaces con elementos estáticos (como menús, videojuegos, HUDs), o emplean la pantalla como monitor.

En los modelos con paneles autoiluminados de LG, ese riesgo existe, aunque se ha reducido mucho con las generaciones más recientes, gracias a funciones de protección como desplazamiento de píxeles, atenuación de logos y limitadores de brillo.

Ecosistema, funciones inteligentes y experiencia de uso

Ambas marcas ofrecen plataformas Smart TV con buen soporte de aplicaciones, pero hay diferencias en cómo integran sus televisores al ecosistema del hogar. Samsung suele destacar si ya tenés otros dispositivos de la marca (celulares, tablets, electrodomésticos) ya que su sistema ofrece buena integración, compartir pantallas, control centralizado y funciones de domótica.

LG, por su parte, apuesta a una interfaz sencilla, fluida y amigable, con buen rendimiento en navegación y facilidad de uso, lo que puede favorecer a usuarios que prioricen comodidad más allá de funciones avanzadas.

Entonces… ¿cuándo conviene Samsung y cuándo LG?

Si vivís en un ambiente muy luminoso, ves muchos deportes, programas diurnos o tenés ventanas cerca del televisor, lo más probable es que un modelo de Samsung maximice tu experiencia debido a su alto brillo y saturación. También convendrá si planeás usar la TV muchas horas, para videojuegos o como pantalla principal del hogar.

Si en cambio buscás calidad cinematográfica, negros profundos, colores naturales, buena imagen en salas oscuras, o una experiencia tipo cine en casa, especialmente para películas o series, un televisor de LG suele entregar un nivel superior. También es ideal si ves TV acompañado desde distintos lugares del ambiente, gracias a sus amplios ángulos de visión.

La tele que querés depende del ambiente y del uso

No hay una marca “definitivamente mejor” en todos los casos, la decisión depende de cómo vivas, cuándo uses la TV y qué valores más: brillo y versatilidad, o contraste y fidelidad. Samsung se convierte en un comodín fiable si buscas adaptabilidad, colores intensos y funcionamiento robusto con uso intensivo.

LG, en cambio, triunfa si lo que querés es imagen cinematográfica, negros puros y una experiencia visual más refinada en entornos controlados. Elegir bien no trata solo de la marca, sino de casar tu televisor al espacio que vivís y al modo en que ves películas, series, deportes o videojuegos. Con esa decisión acertada, cualquier pantalla puede convertirse en el centro ideal de tu living.

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